Al día siguiente, muy temprano en la mañana el Jaguar preguntó: ¿aún están por acá?
Esta vez el Jaguar se presentó en un sueño.
Aquel día en el que quiso hablar del miedo nuestro cuerpo se estremeció e intentamos salir corriendo.
En nuestro siguiente encuentro me llevó a conocer a algunos de sus amigos.