A los ojos nos miramos y comenzamos una historia que duraría más de 7 años.
Al día siguiente, muy temprano en la mañana el Jaguar preguntó: ¿aún están por acá?
Esta vez el Jaguar se presentó en un sueño.
Aquel día en el que quiso hablar del miedo nuestro cuerpo se estremeció e intentamos salir corriendo.